martes, 23 de septiembre de 2008

San Mateo

Ayer se acabaron cuatro días de fiesta intensa en Cuenca.
Y estos cuatro días, me han dado para darme cuenta de:
a) Me estoy haciendo muy mayor demasiado pronto
b) Me tengo que poner en forma ya
c) Debo irme unos días a Madrid sin que me entere yo misma
d) Conozco más gente de la que me gustaría saludar
e) Conozco menos gente en profundidad de la que me gustaría
f) Me gusta tener camiseta de peña
g) Cada vez soporto menos los planes, las contradicciones y los cambios de situación
Y creo que todos los puntos se concentran en el primero. Del que se podrían sacar dos millones de corolarios... Sobre todo el que habla de que ya, apenas bebo y enseguida me canso del alcohol y de la zurra. Hacía mucho que no subía de San Mateo, pero no sabía yo estas cosas.
He cumplido con la tradición (la de acabar malamente, no la de ver la vaca, que esa la tengo casi olvidada) el 50% de los días. No está mal.
El caso es que Cuenca se ha llenado de gente que parece que vive inmerso en la ley seca durante el resto del año, porque si no, no entiendo cómo es posible que tanta gente beba tanto. Sobre todo menores, de donde se deduce que no ha servido de absolutamente nada la campaña del Plan Municipal de Drogas del Ayuntamiento. Al menos, padres de conquenses adolescentes, estad seguros que durante estos días, los nenes no han bebido garrafón, si no directamente del garrafón del vino barato! Pero muy sano, eso sí, porque dicen que beberse un vaso de vino al día es muy sano y claro, nuestros adolescentes llevan 15 ó 16 años sin tomarse ese vaso de vino diario... Así que tendrán que recuperar el tiempo perdido.
En fin, aquí el documento gráfico del día de ayer...
No está mal de gente. Las manchas de las camisetas son todas de zurra, aunque seguro que alguna gotilla de sangre también hay, lo que no se llega a saber nunca es de quién... Que aquí también hay mucho vampiro suelto!!!
Los que nunca hayas venido a ver Cuenca y sólo queráis turisteo, nunca venir en San Mateo. Los que durante cuatro días queráis olvidar el mundo y sus problemas a base de pisotear el hígado... Llegáis tarde para este año y a tiempo para el próximo!
Lo bueno de tanto alcohol es que la parte de ensalzamiento de la amistad es perpetua durante los cuatro días. Cualquier persona con una bota en la mano es tu amigo del alma, se puede convertir en tu compañero de tarde, te pringará la camiseta, te emborrachará de gratis y si te hace gracia y tú a él, pues el azuquillar de la zurra hará qeu os peguéis y os volváis inseparables mientras le dure, bien el pedo, bien la zurra de la bota. Eso sí, al día siguente, gafas de sol, cabeza gacha y... si te he visto, I don´t rimembel!!! Puede ser que si el alcohol sigue recorriendo el cuerpo a medida que avanza la tarde y una de las cuestas del barrio alto desemboca en el chico de la bota nuevamente...
Pero eso ya es cosa de cada uno y por donde deje que se le pegun los pies al suelo.
Y ese es el espíritu de San Mateo: "La vida son cuatro días... 18, 19, 20 y 21 de septiembre" (esto lo he plagiado de una camiseta, pero no recuerdo de que peña era, si no, no duden que lo citaría rigurosamente!)
Hasta el año que viene, que San Mateo nos pille confesaos!

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